«La trayectoria de los cuerpos» de Milagros López por Justo Sotelo

El escritor y profesor universitario, Justo Sotelo, interpreta la última novela de Milagros López, La trayectoria de los cuerpos (Verbum, 2025) en su blog.

https://sotelojusto.blogspot.com/2025/06/viajando-el-tiempo-de-la-vida-y-la.html

Ayer viajé muchos kilómetros para pasear sobre unas ruinas romanas que después se convirtieron en visigodas y por último en románicas, que me llevaron bajo tierra (en la fotografía). Me gusta acariciar cada piedra que ha servido para edificar la historia de la humanidad y que termina en mi pequeña historia sobre el mundo. Como me gusta leer los libros bien escritos que me llevan igualmente a lo largo de la vida y la literatura. Estos días he leído la última novela de la profesora y escritora murciana Milagros López, que ya estuvo hace un tiempo en nuestra tertulia on line hablándonos de su novela distópica sobre la Manga del Mar Menor. En el coche sonaba un vals todo el tiempo. La estructura básica del vals se define, como sabemos, por su compás de 3/4, es decir, tres tiempos por compás, lo que supone un patrón rítmico de fuerte-débil-débil (o contando «uno-dos-tres») que le da su sensación de movimiento fluido y giratorio. En esta estructura, la melodía y la armonía pueden variar, pero el ritmo básico permanece constante.

Milagros recuerda en la página 293 de «La trayectoria de los cuerpos» (2025, editorial Verbum) lo que dice el Bhagavad Gita 2-13, ya en el siglo VI-III a. C., cuya edición original busqué cuando viajé a la India, pues el Mahabharata y el Ramayana siempre me han acompañado y los estudié con deleite en un curso que hice en Casa Asia: «Al igual que el alma experimenta la infancia, la juventud y la vejez, sin verse afectada por las mutaciones de este cuerpo; así también tomará también otro cuerpo después de la muerte. El hombre sabio no duda que esto es así». La novela de Milagros aplica esta idea en las cuatro historias de amor impregnadas de literatura en sus páginas y es, eso, la literatura lo que convierte en inmortal el amor en el siglo XXI, el XX y el XIX. Vamos hacia atrás en el tiempo y a la vez hacia adelante, y giramos como el vals. Y me encuentro el mundo actual de Murcia y la Universidad, y el Grupo de Bloomsbury de Virginia Woolf e incluso resonancias de «Jane Eyre» de Charlotte Brontë y el del «Ancho mar de los Sargazos» de Jean Rhys, aunque Milagros quizá no lo sepa. El compás además alude al territorio de un monasterio y el espacio que le rodea, uno de los lugares que mantuvieron la cultura en la Edad Media y ha llegado hasta mí.