DE LAS VIDAS DEL POEMA…

Debe ser cualidad intrínseca  de la poesía el producir extrañeza en el lector: extrañeza derivada del uso de las imágenes, siendo la metáfora su protagonista; y extrañeza por un uso rompedor del lenguaje, es decir, una sintaxis que difiera de la del género narrativo. De no ser así, estaremos hablando de prosa en renglones cortos dispuestos en vertical.

Me centro en la extrañeza y el esfuerzo requerido por parte del lector debido al uso de la metáfora porque muchos me preguntan: “¿Qué querías decir en este verso?”. El poeta reinterpreta la realidad, hace una lectura de la misma desde su mirada. Esta mirada se codifica en metáforas lo que ciertamente la hace ambigua, y es gracias a esta ambivalencia, que el lector vuelve a codificar el poema en su propia lectura.

El poema, pues, no puede ni debe limitarse a una interpretación inequívoca. El poema cobrará nueva vida al ser reinterpretado por cada lector, es más, por el mismo lector en cada una de sus re-lecturas a lo largo del tiempo.

El poeta tiene – y no siempre – su propia clave de codificación de las metáforas pero no son enigmas con una resolución única. No hay una interpretación “correcta”, como no hay una sola audición de una pieza musical. A veces la clave está sólo en esa extrañeza, en lo invocado, no hay un significado oculto que resolver para saciar la curiosidad del lector poco habituado al género.

Puedo asegurar, entonces, que un poema encierra miles de vidas en cada una de sus posibles lecturas o reinterpretaciones de la realidad. Ahí radica la grandeza de la poesía: volverás a leer el mismo libro y siempre descubrirás algo nuevo, cosa que rara vez ocurre con una novela.

Por todo esto, si me preguntas: “¿Qué querías decir con esta imagen? ¿Qué significa?”. Quizá te daré mi clave de codificación pero eso habrá empobrecido irremisiblemente tu lectura y tu propia vivencia de la imagen, habremos sacrificado una o todas las vidas del poema.

Permíteme no destripar la poesía para que puedas encontrarte con el mismo libro, que parecerá otro, en varias estaciones de tu vida.

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